sábado, 22 de septiembre de 2012

El Mocosu (1988 m) Sierra de Páramo (Somiedo)


     Con el "campamento base" en Pola de Somiedo en un momento subimos -en coche- a La Peral para desde allí subir al Mocosu, en la Sierra del Páramo.


     El arroyo que baja de los puertos del Páramu excava un profundo tajo y deja esas verdes praderías a los pies del pueblo de La Peral.


     Unas primeras casas de La Peral, pero no dicen nada del pueblín, pues paseando entre sus callejas hay bonitas casas, unas más arregladas que otras y varias que se ve que son segunda residencia, pero resulta un pueblo muy guapo.


     Caminando ya por el camino señalizado como Pequeño Recorrido que lleva hacia Villar de Vildas pasando por la conocida braña de La Pornacal está este guapo ejemplar de cabana de teito -de escoba-. Detrás, La Penouta.

Motivo de conservarse tan bien la cabana

Un primer abrevadero, sin fuente; más arriba hay otros dos

Duras rampas, estas hormigonadas


     Llegamos a las praderías y se acaba el hormigón. Hacia la derecha vemos a un pastor y subimos hacia allí para hablar con él y que nos oriente por dónde se sube mejor. Al fondo vemos el Cornón y delante la Peña del Nuncio y los Altos de Fontarente.


     Dejando las praderías aprovechamos la altura ganada para acercarnos a la cresta que nos separa del valle de Somiedo.


     En esta ocasión no nos toca atravesar nada más que unos pocos piornales, no como el verano pasado que por la cordillera cada poco nos metíamos en berenjenales. Aquí Aurora saliendo de un pequeño tramo. 


     Abajo las praderías, ya muy seco todo, pero donde se mantiene una buena cabaña ganadera de vacas y caballos. Frente a nosotros La Penouta y a la derecha el Cornón.


     Bajo esta collada está una apartada braña del pueblo de Caunedo, la braña de Fuexu, que vista desde aquí está en un precioso lugar cerrado por un pequeño desfiladero y colgando de la ladera del Mocosu, dentro de la zona de uso restringido del Parque de Somiedo. Desde aquí ya vemos la cumbre al final de la rampa.


     Una cumbre amplia, con unas preciosas vistas del entorno que más adelante contaré. Recogemos una curiosa tarjeta que pregunta: "¿Furgoneteas?" de una pareja de Vizcaya.


     Desde aquí por la sierra de Páramo atisbamos una de las lagunas, la más alejada, la laguna Lladeira. Por aquí habíamos subido hace un montón de años con Pepe, padre de Armida Marrón, y en aquellos años ganadero de Perlunes. Hace poco nos recordaba que nos había enseñado huellas de oso en la nieve cerca de una de sus cabanas.



     En el centro de la foto el Carbainéu, al que subimos desde Corés; más atrás el Vildéu, que subimos desde Pigüeces. En el centro, las fincas y praos cercados que pertenecen a Perlunes.


     Acercándonos con zoom las casas más altas de Perlunes; a nuestrs pies todo es zona restringida, incluso para la gente de Perlunes.


     A la otra vertiente está la zona de Pola, con las fincas del pueblo de Urría; la siguiente íinea de cumbres nos lleva a los puertos de La Mesa, con el alargado crestón del Michu y la Peña Negra destacando; más lejos, difuminada, la sierra de Sobia.


     Hacia el oeste, lo más cercano es la conocida también braña de Mumián, detrás de ella se ve el Valle de Lago, que siguiéndolo nos llevaría a las cumbres más altas de Somiedo, Peña Orniz, los Albos, etc. Ya como siluetas lejanas tenemos las cumbres de Ubiña desde la zona norte de los Huertos del Diablo, la elevación de los Fontanes y, separada en solitario, la silueta de Ubiña grande.

El buzón de cumbre del Mocosu
     Bueno, ahora abrimos un paréntesis sin fotos, porque ¡otra vez! me quedo sin batería. Bajamos de la cumbre por una linea más recta, limpia de piornos, pasando junto a unos abedules que indican la mejor subida al Mocosu. Comemos abajo, al sol, en estas praderías dando vista al Cornón. Más tarde seguimos tranquilamente hasta La Peral y de allí a Pola de Somiedo, al camping.
     Después de dar una vuelta por Pola, ya al oscurecer, mientras preparamos la cena vemos que sube hacia Valle de Lago el retén de bomberos de Pola.
     Cual será nuestra sorpresa cuando, no pasados aún ni 15 minutos vemos, a la altura de Gúa, apenas a dos kilómetros de Pola, empezar un fuego. Enseguida, ante nuetra incredulidad por ver lo que está pasando, las llamas empiezan a subir ladera arriba.


Desde el camping, con la luna, viendo las llamas crecer

Poco más tarde las llamas avanzan ladera arriba

Las llamas suben por los crestones rocosos


     Apenas una hora después, ya en plena noche y sin posibilidad de que los bomberos accediesen con vehículos -no hay pistas en esta zona restringida-las llamas pudieron llegar, eso creemos, a la altura de la collada de Santa Eufimia, que cruza de Perlunes a Gúa.


     Más tarde, hacia las 12 de la noche; las llamas ya pasaron varios de los crestones de la montaña y corren por la línea más alta del monte.


     Cada poco miramos por la ventana; el olor del humo nos llega, sólo a unos dos kilómetros del inicio del fuego. La luna ya avanzó en su recorrido, como las llamas, que están a la altura del crestón sobre Pola de Somiedo que llaman Pena Vera. ¡Que pena por el fuego, además habiendo visto que parece sincronizado con el que los bomberos fueron a apagar justo quince minutos antes al Valle de Lago!.
     Por suerte, al día siguiente las nubes trajeron lluvia que al menos conjuró ese día el peligro de que el fuego se extendiese más. Nosotros, que pensábamos acercarnos por la mañana hasta el Lago del Valle, lo dejamos y decidimos volver a casa un poco tristes por lo que vimos.
     Pero seguiremos yendo a Somiedo; estos parajes guardan mucho que ver y recorrer.  
¡Un saludo, amigos!

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