sábado, 20 de octubre de 2012

Torres (2104 m) y Valmartín (1932 m)


     Estamos en el puerto de San Isidro, en una mañana fría, con los praos con la hierba helada, donde los caballos intentan encontrar algo. El Torres,  nuestro objetivo hoy, estará siempre a la vista.


     Enpezando la subida tenemos esta vista hacia las casas de La Raya, los chalets de montaña que tanto le gustan a mi sobrino Pedro que le dice a Antonio: " papi, ¿cuando compras uno?"


     Todo helado a la subida, hasta las pequeñas charcas; llevamos puestos guantes y gorro, porque la temperatura es de apenas 1ºC.

     Es fácil ir siguiendo la senda que se va perdiendo a veces entre los piornos, pero teniendo al Torres delante enseguida se orienta uno.



     Vamos hacia el collado de La Ventanona, por donde  pensamos seguir la senda por la cara norte y la arista a la cumbre.


     Detrás de nosotros, el Toneo, la sierra hacia el pico Fuentes y el pico Agujas nevado.

Javier y Antonio
La majada Torres

     Nos acercamos hacia la collada de la Ventanona, donde vemos estos bloques casi cúbicos, colocados como si fuese un castillo natural.


La Ventanona que da nombre al collado

     Comenzamos a seguir la senda por la cara norte, cómoda hasta que llegamos a la zona helada, donde se inclina más la ladera; desde ahí ya con precaución ante lo resbaladizo del suelo y las rocas.

 

     Saliendo a la arista donde desemboca la canal que en invierno se convierte en una de las favoritas de la zona de San Isidro.

José Manuel y Antonio

     En la zona alta se conserva la primera nieve caída estos días atrás, dando un aspecto un poco alpino a la subida. En invierno esto se convierte en una exigente rampa de hielo, en plena cara norte del pico.


     Antonio nos saca a la zona de la arista para poder usar algo las manos y hacer la subida más entretenida todavía. Desde aquí ya vemos el mojón de la cumbre.



     En la cumbre, con la cordillera y Ubiña al fondo. Al sol se está bien, pero la temperatura sigue estando baja.


     Acercamos el zoom para ver al fondo las Ubiñas; nos fijamos en el Estorbín, tan característico triángulo en la cordillera, y justo delante el peñón calizo de Peña Redonda.


     Y claro, hacia el oriente todo Picos de Europa al fondo; delante la Peña del Viento y en segundo plano a la izquierda el Maciédome y justo a la derecha, una sombra, la Peña Pileñes del sábado anterior con Aurora.


     Mirando hacia el noroeste, a nuestros pies en verde Mozquita y peña Negra, en el final del cordal del concejo de Aller, desde Peña Mea, Forcada, Cuchu ...destacando en el centro de la foto el Retriñón. Nos queda por recorrer la Muezca y La Tabierna, viniendo del Retriñón al Torres.


     Hago un detalle para ver esa línea que tengo en mente recorrer y que ya vimos Aurora y yo desde la cumbre del Retriñón.


     Desde la cumbre hay que bajar y pensamos que estaría bien recorrer la línea de cumbres hasta el Valmartín, que desde aquí parece tener un cortafuegos que sube a su cumbre. Más atrás está el Cascayón y después la Peña del Viento.

Entre la nieve queda algún arándano, deliciosamente frío
 

     Pasando el collado de la Ventanona subimos al primer resalte de la línea de cumbres, donde descansamos un rato.

¡Ojo a la "ambrosía"que da energía!


     Bajo esta primera altura hay esta pequeña lagunilla, ahora con agua; seguimos la crestería cómoda de caminar entre piedra y brezos.



     El paisaje a nuestros pies de los Puertos de Contorgán, con el Corteguerón y la sierra de María Santinos detrás, en el verde la majada de la Escosura, y aunque no se ve desde aquí, a la izda estaría la laguna La Caballuna. Justo aquí debajo se ve algo ...





     Hacia la izquierda, después de la peña Negra y la sierra, está la collada de la Piornosa, que nos bajaría a la fuentona de Los Arrudos; detrás el Retriñón, que casi oculta a la peña caliza de la Tabierna.


     De nuevo en marcha, tras  haber disfrutado de la vista de los venados, vamos dejando atrás al Torres. 


     Y en la collada Valmartín, a la vista de la cumbre, vemos rebecos pasando de la vertiente sur del pico hacia la umbría de la ladera norte, primero unos pocos ...


... y después un rosario de ellos a carrerinas por la loma.


     Empezamos el cuestorro de la loma hacia el pico, donde en los metros finales José Manuel se destacó como sprinter; nada sirvió la buena condición física de Antonio, ni mi dieta de sardinas - omega 3- junto con la mayor cantidad de oxígeno por minuto que respiraba hoy ... nos dejó atrás sin contemplaciones.


     Desde la cumbre la loma sigue hacia el Cascayón, la collada Acebal, la Peña del Viento y la Rapaína; detrás los Picos de Europa.

Los Picos, del Cornión al macizo Central

     Un detalle del Cornión, con Peña Santa, la reina de Picos, sobresaliendo de la nube que intenta taparla.


     Hacia el Torres, de donde venimos, con las cumbres que bajan hacia el Retriñón; al fondo la cordillera hacia Ubiña, y en el horizonte central la sierra del Aramo.


     La sierra hacia el Retriñón, pasando por la collada la Piornosa; brilla la caliza del pico Cabeza de Arco a la derecha.

Foto de cumbre del Valmartín y el camino recorrido  desde el Torres
 

    De nuevo reemprendemos la marcha; comeremos bajo la collada Valmartín, refugiados del viento frío.

Valle de San Isidro, con el Peñón de San Justo
     
 La vista del Toneo y la sierra Sentiles hacia el pico Fuentes; el Agujas detrás con nieve.


     Entroncamos con el camino de ida, cuando teníamos al Torres como objetivo; conseguida su cumbre,  ya veremos si en invierno nos permite subirlo por la canal con nieve.

Vemos una gran huella: ¿mastín o lobo?
A la luz de la tarde, la cara sur del Torres

     La zona encharcada, helada por la mañana, nos deja la visión del Toneo, al otro lado de la Raya del puerto.


   Y de nuevo en la Raya de San Isidro, el último vistazo al Torres. Nosotros de vuelta a casa tras una jornada disfrutona del todo, con el plato principal del Torres y el postre de la sierra hasta el Valmartín; la guinda fueron los venados, poco visibles durante todo el año, y los rebecos, más habituales compañeros de las cumbres.
     Bueno, que disfrutéis de las fotos y
¡un saludo, amigos!